Eso es lo que se necesita ahora. Somos energía y la energía ni se crea, ni se destruye, se transforma. Más allá de creencias religiosas o de mitología popular, somos fuerza.
Fuerza para estar con los nuestros, fuerza para compartir los malos momentos, somos nuestra propia fuerza y la fuerza que nos dan nuestros amigos, nuestra familia, nuestra gente.
Esa fuerza es la que hoy nos va a ayudar a avanzar. Toda esa fuerza, más la tuya, porque la tuya es la que hoy más fuerte sentimos. Gracias por todo. Un abrazo muy fuerte donde quiera que estés.
martes, 25 de agosto de 2009
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